Cliente:
COLEGIO MI LICEO TALLER
Año:
2017
País:
COLOMBIA
El Colegio Mi Liceo Taller es una institución educativa establecida en Jamundí – Colombia. Con 18 años de experiencia en el mercado, nos pidieron ser parte del proceso de reestructuración de la organización, en el marco de la apertura de su nuevo Centro de Estimulación Temprana.
Orientados por la pedagogía social – cultural de Lev Vygotski, practicada en la institución, generamos un sistema de identidad visual que permite fortalecer la idea de aprovechar cada oportunidad, en una experiencia de aprendizaje significativa. Es decir, partir de elementos elementales para así también, entrenar a los colaboradores en la creación de nuevas perspectivas de enseñanza.
El nombre y el logotipo anterior acudían a conceptos imprecisos sobre la orientación pedagógica del colegio. Después de una breve investigación del mercado, impulsamos una reinvención total del nombre y de la estrategia enfocada en los resultados.
Es la felicidad el concepto que reúne el diseño de la marca de este proyecto. ¿Qué más inspiración que la sonrisa de los chicos más pequeños al ir en su primer día de colegio? La amistad, el amor, la solidaridad y sobre todo, la alegría, fueron fundamentales para cerrar la idea.
Unidad de negocio: Preescolar y Primaria.
Unidad de negocio: Sala Materna.
El sistema de identidad lo desarrollamos a partir de las exploraciones estéticas y vanguardias artísticas rusas de principio del siglo XX (especialmente el constructivismo), articulando la propuesta pedagógica del mismo origen. La línea, el punto, el triángulo, los cuadrados, son los recursos que conectamos con la propuesta junto con una paleta de color vibrante y atractiva, que permitiera diferenciarse plenamente de otras instituciones.
Describir El sistema pudo ser verificado en una gran cantidad de material de comunicación en la institución, desde la papelería de inscripciones, hasta los uniformes de los infantes. De igual manera, los colaboradores lograron incluir algunos elementos de manera intuitiva en su quehacer cotidiano.
Diseñamos un aviso que permitiera ser palpado por las personas que transitan el frente de las instalaciones. Es una apuesta que permitió generar una simpatía con los vecinos del lugar y al mismo tiempo se conecta con el objetivo de aclarar la idea de qué significa ser un centro de estimulación.