Nosotros creemos que va siendo hora de dejar tranquila la metáfora de ‘Cali cruce de caminos’, porque Cali es una encrucijada, la caminata constante por la cornisa. Una apuesta al todo por el todo, todo el tiempo. Esta ciudad es divertida porque en cada minuto uno coquetea con el riesgo y para eso se necesita audacia, creatividad, capacidad de decisión y recursividad; anticiparte al siguiente paso. Aquí nadie sabe qué va a pasar pero siempre estamos listos para que pase algo.
Ahora sí a lo que vinimos. Primero siempre es un eureka y después está la voz impostora. En segundos todo el mérito y posibilidades que surgen con ese ardor en lo más profundo de nuestro corazón desaparecen, se sumergen en la duda como arena movediza. VELOVÉ nació así, como un clic en el encuentro de tres locuras, puestas al servicio de un sueño. La voz impostora apareció, no les vamos a mentir, pero no le comimos cuento, ni le comeremos. Esas voces de decir saben mucho pero de hacer saben poco. Por eso le pusimos tatequieto y quedó enterrada más allá de las tres cruces.
Esta locura arrancó muy lejos, en marzo de 2015 registramos en la Cámara de Comercio de Cali a VeloVé Creativos Asociados. Un Estudio de diseño en Cali que nació con la viva convicción de que podíamos caminar acompañados, entregar valor en el camino y dignificar esta profesión que puso a papá y mamá a preguntarse “¿esos pelaos que estudian diseño de qué van a vivir?”. Por ese entonces vivíamos años maravillosos en Buenos Aires aprendiendo de y con los mejores. Así como se lee, en Argentina vivimos gracias a las empresas caleñas que creyeron en VELOVÉ cuando este sueño apenas empezaba.
Hacer empresa es terquedad, ya lo hemos dicho porque se enfrentan desafíos a diario. Nos estamos jugando la existencia desde antes de nacer. Es muy difícil convertir un pálpito en propósito y un propósito en legado. Hay que reconocerse y eso implica saber uno quién es pero sobre todo quién no es, agarrarse de ese propósito como avión que se va caer y llegar a hasta dónde uno ni se imaginaba. Sin eso es muy difícil que la aventura termine antes de tiempo y mantener la esencia, lo que nos diferencia del resto.
Nos caracteriza la diferencia. Hay quienes le echan azúcar al café y están quienes no comen chontaduro, y sin embargo, les perdonamos. En este tiempo hemos tenido la fortuna de trabajar con empresas, organizaciones con esencia y propósitos que se alinean al nuestro y sobre todo con seres humanos que con entusiasmo, nos abrieron las puertas de su empresa y acompañaron el camino al éxito de sus objetivos.
Estamos celebrando los primeros 10 años de existencia, insistencia, locura y calor. Queremos agradecerle a quienes dijeron “ésto es un riesgo pero prefiero tomarlo con ustedes” y nos dieron la oportunidad de transformar la forma de comunicar sus valores al mundo con identidades de marca disruptivas. No se pueden quedar fuera de este grupo los profesionales del diseño, la programación, el arte y demás miembros del sector creativo que han integrado este equipo.
La llama de VELOVÉ sigue encendida y junto al equipo la seguiremos compartiendo con todo el entusiasmo que nos caracteriza. Eso no va a cambiar. Hace unos años nos pusimos serios convirtiéndonos en una Sociedad de Beneficio e Interés Colectivo (BIC). Muchos han puesto su presente y futuro en nuestras manos. ‘¡Tú tranquilo!’ Tenemos línea directa con los dioses para que esa llama siga creciendo y en Cali.
Si Cali es una ciudad en la que todo puede pasar, entonces que los sueños de todos sean semilla para verla florecer. Esto no es ‘llegué y pegué, ésto lleva su ratico” dice el Gran Combo de Puerto Rico y nosotros le creemos. ¡Gracias! por confiar en esta llama que le robamos a los dioses para entregarla a quienes creen en la gente, cuidan la casa común y prosperan sin joder a los demás.
¡Hay VELOVE para rato!
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